Marie Ulven Ringheim, mejor conocida como girl in red

Desde mis inicios en el blog, al momento de hablar de música, le doy un enfoque particular a aquellxs artistas que trabajan de manera independiente, muchas veces produciendo desde su habitación y no desde un estudio profesional, y logran un sonido más crudo y “genuino”, que difiere del pop radial que escuchamos en la cotidianeidad. En los últimos años hablé varias veces de artistas de la índole de Cavetown, Cuco, Clairo y, si se la puede meter en la misma categoría, Billie Eilish. Esta artista en particular, girl in red (estilizado enteramente en minúsculas), es un perfecto ejemplo de una exponente de esta novedosa corriente musical, conocida coloquialmente como “bedroom pop” (“pop de dormitorio”). El anterior viernes 30 de abril, luego de casi 4 años sacando varios sencillos y EPs, lanzó finalmente su primer álbum de estudio, if i could make it go quiet.

Portada del álbum, pintura de Fredrik Wiig Sørensen

Tan solo a simple vista es fácil ver el esfuerzo que tomó este lanzamiento. En 2019, Ulven había anunciado que el disco se lanzaría a mediados/fines del año siguiente. Sin embargo, debido a que la pandemia entorpeció la realización del trabajo, la fecha se desplazó. A fin de cuentas, la espera valió la pena, ya que el conjunto reluce canciones más elaboradas y una calidad sonora mucho mejor que la de sus EPs, principalmente gracias a la ayuda de sus conocidos músicos: Finneas O’Connell, hermano mayor de Billie Eilish y productor de sus canciones, y Matías Téllez, artista chileno radicado en Noruega. La mejora en la calidad de producción se escucha desde los primeros punteos del tema de apertura, Serotonin, un corte con una guitarra eléctrica prominente encima de una base electrónica, y con un tempo rápido y un sonido emocionante, que contrasta con la oscuridad de sus versos líricos:

 “Se me termina la serotonina,

El desbalance químico me tuerce las cosas.

Me estabilizo con medicina,

Estos sentimientos no tienen profundidad.

Voy profundo, no puedo huir

De los rincones de mi mente.

Me da miedo lo que dentro habrá.”

El estribillo cantado es intercalado por estrofas rapeadas con un tempo mucho más lento y con mayor prominencia de los sonidos electrónicos, cosa que le da mayor diversidad sonora y dinámica al tema. La siguiente canción, Did You Come? es otro ejemplo de un indie rock acelerado con letras que ilustran perfecta y claramente las frustraciones de una chica joven, en este caso, relacionadas a un engaño amoroso:

 “Debiste haber sabido mejor

Que arruinarlo y engañar.

Mirate a vos desde mis ojos,

Sos tan falsa, fue todo mentira”

El track 3, Body and Mind, muestra un cambio en la dirección musical del álbum en relación a los temas anteriores, con un sonido mucho más pop: un tempo más lento, un estilo de canto un poco más “soulero” y un estribillo pegadizo y explosivo, con Ulven cantando a todo pulmón encima de una intensa base electrónica.

Uno de los principales puntos altos del disco aparece cerca de la mitad, con el track 5, midnight love, el primer single, una balada sombría con un particular enfoque en el sonido del piano y en la suave voz de Ulven, que recita versos como “No puedo ser tu amor de medianoche cuando tu plata es mi oro. Bajo esta luz, juro que estoy ciega. Bajo esta luz, juro que sos mía”. Otro de los puntos más altos surge con el track 7, Rue, otro tema que fusiona lo orgánico con lo electrónico, con estrofas tocadas casi exclusivamente con guitarra acústica y estribillos donde se añaden sintetizadores que sirven de colchón para la composición general.

En conclusión, el último y más grande esfuerzo de estudio de girl in red, entre sus canciones de amor y de odio, resulta ser un álbum muy recomendable para cualquier fan de este estilo musical, lleno de temas memorables con melodías pegadizas y armonías profundas. Sin lugar a dudas, uno de los más interesantes en el año hasta ahora.

Álbum en Spotify

Luca García Laval

Dejar un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar